Exposición de pinturas de Patricio Bruna "Por todos los costados" Sala Juan de Saavedra
abierta desde el 7 de octubre al 11 de noviembre.
SOBRE LA EXPOSICIÓN:
Celebramos la aparición de Por todos los costados,
una exposición de contestataria y real poesía, que emerge en Valparaíso donde
la carrera pictórica de Patricio Bruna ha sido persistente y abundante en
logros. Pero el éxito de Bruna no pasa por las críticas, que lo único que han
hecho es abandonarlo, ni por la colocación de su obra en las vitrinas más
apetecidas del mercado del arte, sino en un trabajo muchas veces
invisibilizado, de constante descubrimiento y exploración, especialmente en los
últimos años, en que ha tomado una posición crítica que ha significado muchas
veces su marginación del medio artístico porteño. Su integración dentro del
Grupo Casa Azul, sin embargo, ha significado entrar en una dinámica de
intercambio interdisciplinario entre arte y literatura que ha retroalimentado
su obra hasta alcanzar un punto de madurez expresiva que valora la vanguardia
sin caer en el esteticismo, trabajo que se puede apreciar en las vitrinas de la
sala. Bruna, de esta manera, muestra la evolución de su talento natural, pues
se sobrepone con disciplina a un ethos mercantil, el cual dicta a nuestro medio
artístico los caminos acomodaticios y rentables de la moda, con la complacencia
de una crítica que avala esta ruta neoliberal.
La exposición reúne un total de 38 obras
correspondientes a la serie Por todos los costados, la cual puede dividirse en
dos subconjuntos: la serie original, en que tanto la imagen como el paspartú
ficcional que da nombre a la serie nacen en un mismo movimiento (22 obras
creadas desde el 2015 a la fecha), y otra serie conformada por obras anteriores
a las que el pintor vio nuevas posibilidades creativas y niveles de
interpretación al añadirle el paspartú en un momento posterior. Esta serie
corresponde a 10 obras de Resonancias Amereida, iniciada el 2006, y que se
incorpora a la serie Por todos los costados expandiendo sus bordes al paspartú
ficcional con un co-relato gráfico. Y 4 Cabezas que responden a otra serie de
1994 (óleos sobre cartón), y a la cual también se le agregan dicho paspartú ficcional,
cuyo co-relato gráfico se construye directamente sobre el trupán. Así, 30 obras
fueron realizadas sobre cartulina kraft y 2 sobre marquetería de madera en
chapa de caoba; y en cuanto a la técnica, ejecutadas al carboncillo y con
materiales mixtos, que varían desde el extracto de nogal, acuarela, témpera,
pastel seco, pastel graso, tinta china, pintura dorada y plateada, hasta la
tinta de impresión.
El título de esta serie deriva del término
“paspartú”, que significa literalmente por todos los costados, el cual sirve
para que las obras sobre papel no entren en contacto directo con el vidrio,
evitando con esto que la humedad interior se condense en épocas de calor, pues
su función es protegerlas del polvo y humedad ambientales, manteniendo el rol estético
marginal propio del enmarque. Pero el paspartú de estas obras, como ya se ha
indicado, es ficcional, pues su rol no es el de proteger a la obra ni de ser
solo una estética ornamental supeditada, marginal, sino que se constituye en
una extensión de la obra misma mediante el quiebre estético de una simulación
ornamental, recogiendo algunas inflexiones decorativas de la historia del arte,
como el barroco, art nouveau o art decó; las cuales juegan en clave estética de
oposición con la obra central; obra que es, a su vez, de un corte estético más
riguroso y duro en sus valores expresivos. La serie Resonancias Amereida es una
serie de carácter figurativo que relata el imaginario americano y que crece al
incorporarse el paspartú ficticio con la expresividad espectral de un relato
alterno, que puede ir en consonancia o disonancia con el tema central. Esta
tensión en la forma se concretiza en cómo realiza la figuración en los objetos
del mundo reconocible —incluidos sus personajes— sometidos a la visión del pintor,
pero siempre en favor de su opacidad poética. Es así que en el relato vemos una
hegemonía dominante: emperador, patriarca, detective, cowboy, león, águila
versus los dominados: mujeres, americanos, africanos… Y como telón de fondo, la
geometrización de motivos del mundo natural que tiende a ocupar tanto el friso
decorativo como el interior del cuadro en forma iterativa. Y así se pueden ver
en los costados o bordes como el paisaje que existe tras el fondo pictórico
central que rodean. Son peces, pájaros, caracoles, hojas, ramas de árbol,
manos, gotas de lluvia. Los lunares, por ejemplo, pueden ser simuladores de la
perforación de la superficie del soporte remitentes a marcas de balas o
quemaduras de cigarro, o incluso perlas. Estos signos vienen a reinterpretarse
todos como elementos decorativos pero en clave paródica, y que a la vez
refuerzan o refutan desde todos los costados los significados primordiales de
cada cuadro en su centralidad. La serie Cabezas responde a un retrato ficticio
del imaginario masculino de algunos oficios como poeta, locutor, entre otros.
Lo importante acá es el hecho que el desfase temporal genera una dialéctica
entre el cuadro que ocupa el centro hecho en el pasado y el paspartú construido
posteriormente, intensificando el contraste provocador entre el centro y los
márgenes.
Esta exhibición también destaca por mostrar la
confluencia estética del trabajo colectivo e interdisciplinario entre Bruna y
los demás miembros del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul. Por
ejemplo, la gráfica de Por todos los costados que se integra en el poemario
Jardín de Epicuro de Karina García Albadiz, libro de artista, que se inscribe,
y en distintos soportes, como objeto de arte dentro de la exposición. De esta
forma, Bruna no solo trabaja el relato sino también su semántica en el objeto
artístico (su aporte en el diseño y fabricación del libro en la producción
editorial del Grupo Casa Azul, y parte de la cual complementa esta exposición,
es significativo), porque sabe que la originalidad de la obra en absoluto
resulta del atributo exclusivo del artista en su sesgo más individualista, ya
que es esa misma objetividad la que tiende naturalmente a colectivizar el arte,
imprimiéndole el sello de una cultura original.
Grupo Casa Azul